Ahora te encuentras en lo más profundo de las cadenas montañosas de Selkirk y Purcell de camino a las Rocosas, un área con vastos parques naturales y una red de aguas termales minerales naturales. Toma una desviación por la autopista Highway 3A hacia Nelson, la ciudad por excelencia de Kootenays. Nelson yace en las orillas del Lago Kootenay, resguardada entre las montañas; esta ciudad histórica cuenta con más de 350 edificios declarados patrimonio y está repleta de una energía artística y tiendas independientes. Nelson toma muy en serio tres cosas: las aventuras al aire libre, la comida y un excelente café; es por esto que esta es una parada imprescindible en cualquier época del año.
De vuelta en la autopista Highway 3, visita la colección de bodegas de vino que están cerca de Creston y detente en el St. Eugene Golf Resort & Casino, cerca de Cranbrook, el cual se encuentra entre las cordilleras de Purcell y las Rocosas Canadienses. Este sitio era una escuela residencial pero ahora es un resort de lujo y es propiedad de la Nación Ktunaxa. Esta propiedad ofrece experiencias interpretativas que resaltan los impactos dañinos de la colonización y honran la resiliencia y riqueza de la cultura indígena.
A medida que te aproximas a tu destino en Fernie, en las Rocosas Canadienses, verás que los picos imponentes, los valles fluviales y los vastos bosques crean un paisaje cautivador. Ubicada en el extremo sureste de la provincia, esta antigua ciudad ferroviaria dedicada a la minería de carbón es ahora un paraíso para los aventureros. Elévate a nuevas cumbres en el Fernie Alpine Resort y camina o recorre más de 100 senderos en la primavera, el verano y el otoño. Durante todo el año, disfruta del colorido arte callejero, la comida regional y la cerveza artesanal, y, sobre todo, de su gente amable e interesante. La manera perfecta de finalizar una aventura fuera de lo común en la Columbia Británica.
Vuelve a casa después de haber disfrutado de algo de lo mejor de la Columbia Británica. No siempre podrás explorar los tupidos bosques y el océano de Vancouver, los escarpados cañones, los fértiles valles, los áridos desiertos, los cálidos lagos y los frescos pueblos montañeses, y ver los pináculos cubiertos de nieve de las Rocosas Canadienses en un solo viaje.
Header image: Conduciendo por la autopista Crowsnest Highway | Kari Medig