Cuando pasamos tiempo paseando por un bosque ancestral o contemplando la vista desde la cima de una montaña, nos sentimos bien. A eso lo llamamos el Efecto Columbia Británica. He aquí tres maneras en las que estar en la naturaleza nos hace más felices, y como la ciencia lo demuestra.
Un estudio sobre los efectos de los paseos por el bosque demuestra que pasar tiempo en la verde naturaleza influye positivamente en la relajación cardiovascular y aumenta significativamente la actividad nerviosa parasimpática. Todo esto es bueno para reducir el estrés provocado por un sistema nervioso simpático sobre estimulado, o lo que se conoce como un estado de luchar o huir.
Vivir en un mundo cada vez más digital puede hacer que usemos excesivamente la parte creativa del cerebro que nos ayuda a realizar tareas simultáneas y a mantener los objetivos de las mismas. Este estudio sobre la creatividad en la naturaleza demuestra que pasar tiempo en la naturaleza es una manera efectiva de reponer esa parte agotada del cerebro dedicada a la atención.
Pasar tiempo en la inmensidad del aire libre ayuda a centrarse en las cosas positivas de la vida. Esta investigación ilustra que pasar tiempo en la naturaleza reduce los pensamientos negativos repetitivos.
¿Por qué no sales y disfrutas tú de los beneficios? Estas son algunas ideas sobre dónde recargar tus energías en la Columbia Británica.
Imagen de encabezado: Pico Idaho, Valle de Slocan, Rocosas de Kootenay. Foto: Dave Heath
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