Aquí en la Columbia Británica, amamos un día lluvioso. Hace que el aire sea fresco, limpia las calles y deja los bosques y campos vibrantes y verdes. Lo mejor de todo, nos brinda una excusa para descansar en lugares cerrados y disfrutar de un ritmo de vida más lento y sutil. Aquí te presentamos cinco grandes cosas que hacer cuando las inclemencias del clima eviten tus visitas a las playas de la Columbia Británica, senderos y las pendientes de sus montañas.
En Vancouver, escapa de la lluvia para deambular entre los tótems gigantes del Museo de Antropología o disfruta de una mañana de matinée en alguno de los cines de la Isla Granville. Para algo un poco más lejos, echa un vistazo a los inquietantes lienzos de Emily Carr en el Museo de Arte Audain, justo una de las paradas por Whistler, en la nueva ruta de Cultural Connector.
Si las baladas y los banjos son más lo tuyo, el Salón de la Fama de la Música Country Canadiense te está llamando a Merritt en Thompson Okanagan. En el contemporáneo y pequeño Crawford Bay al este de Kootenays, descubre un pueblo lleno de artesanos que esculpen, giran y forjan cosas hermosas.
En un día tormentoso y ventarroso, no hay nada más reconfortante que una taza caliente de té y no hay mejor lugar para disfrutarla que Victoria. El Fairmont Empress sirve un famoso té por la tarde, y el Silk Road también ofrece una exquisita experiencia de sabor.
¿El té no es suficiente para ti? Entonces revisa los numerosos viñedos en el Valle de Okanagan, las destilerías artesanales en Vancouver y las cervecerías artesanales casi por doquier.
Los libros y los días lluviosos fueron hechos el uno para el otro. Visita la Biblioteca Pública de Vancouver para conseguir una lectura gratuita o escoge algún libro de uno de los mejores novelistas de la Columbia Británica, Douglas Coupland, por ejemplo, o Madeleine Thien nominada para el premio Man Booker.
Después recuéstate junto al fuego en un lugar acogedor como el Bacchus Lounge en el Hotel Wedgewood de Vancouver, o en el Mallard Lounge en el Fairmont Chateau Whistler.
¿Sigues buscando algo qué leer? Dirígete a Sídney, cerca de Victoria, un pueblo lleno de librerías, libros nuevos y usados, en donde seguro encontrarás cosas que ni siquiera sabías que estabas buscando.
No es necesario desafiar a los elementos para disfrutar de la mejor flora y fauna de la Columbia Británica.
Echa un vistazo a las hermosas criaturitas del Acuario de Vancouver o escápate a climas tropicales producidos por la cúpula de cristal en el Conservatorio Bloedel en el Parque Queen Elizabeth de Vancouver.
En la Isla de Vancouver, pasa un rato con bichos espeluznantes o con maravillas aladas en el zoológico Victoria Bug Zoo y los cercanos Jardines Mariposa.
O aventúrate en el interior hasta Thompson Okanagan en donde puedes aprender sobre el único desierto de Canadá, en el Centro Cultural del Desierto Nk’Mip cerca de Osoyoos, experimenta la vida en la cordillera del Rancho Histórico O’Keefe cerca de Vernon, o acércate y visita a algunos de los residentes más salvajes de la Columbia Británica en el Parque Wildlife en Kamloops.
A veces la mejor manera de combatir al temperamental clima es haciéndole frente.
Toma un recorrido guiado por el bosque con Rockwood Adventures y descubre cómo siglos de aguaceros han creado líquenes, musgos y los ancestrales cedros al Oeste de Vancouver, en el Parque Lighthouse.
O simplemente llámalo un día de spa. Sumérgete en las vaporosas albercas al exterior del Spa Escandinavo en Whistler, Harrison Hot Springs Resort & Spa, o las siete aguas termales curativas, incluyendo una zona de vida silvestre, en el Circuito de Aguas Termales en las Rocosas de Kootenay.
Puede que desees que la lluvia jamás se detenga.
Foto destacada:@rieserrano via Instagram