EL MEJOR EN TODO: WHISTLER BLACKCOMB
El arma secreta de la Columbia Británica es la geografía. Las tormentas del Pacífico, cargadas de humedad, se ciernen sobre las cordilleras de la provincia, desde las Montañas de la Costa que se encuentran coronadas por glaciares al norte de Seattle, hasta las escarpadas Montañas Rocosas, más allá de Montana. Cada vez que las tormentas se elevan sobre las montañas, las espesas nevadas caen rápidamente, cubriendo los 13 resorts de esquí que están escondidos entre las interminables cumbres. Cada uno tiene su propio carácter, incluyendo el imponente Whistler Blackcomb, donde siempre comienzan mis sueños de esquí.
Como esquiador de toda la vida, me atrae su tamaño; es la zona de esquí más extensa de Norteamérica, con cuencas alpinas, glaciares y largas pistas entre los árboles. Como hombre de familia, me impresionan su inmejorable variedad de terrenos, su villa vibrante y sus diversas opciones fuera de las pistas. Como amante de la gastronomía, me fascina su exquisito y extravagante ambiente de restaurantes y bares. Y como hombre práctico, me parece una gran ventaja que sea es el resort más cercano a Vancouver, la puerta de entrada a la provincia.